Devocionales Diarios: No estamos solos - La promesa del Espíritu Santo

Domingo 09 de Octubre de 2011


No estamos solos

Ora

Gracias, Señor, porque hay poder cuando obedecemos tus instrucciones.

Lee

La promesa del Espíritu Santo.

Hechos 1.1-11 1

Jesús anuncia la venida del Espíritu Santo

1 Muy distinguido amigo Teófilo:
En mi primer libro le escribí a usted acerca de todo lo que Jesús hizo y enseñó, desde el principio 2-4 hasta el día en que subió al cielo.
Jesús murió en una cruz, pero resucitó y luego se apareció a los apóstoles que había elegido. Durante cuarenta días les demostró que realmente estaba vivo, y siguió hablándoles del reino de Dios.
Un día en que estaban todos juntos, Jesús, con el poder del Espíritu Santo, les ordenó: «No salgan de Jerusalén. Esperen aquí, hasta que Dios mi Padre cumpla su promesa, de la cual yo les hablé. 5 Juan bautizaba con agua, pero dentro de poco tiempo Dios los bautizará con el Espíritu Santo.»
6 Cierto día en que estaban reunidos los apóstoles, le preguntaron a Jesús:
—Señor, ¿no crees que este es un buen momento para que les des a los israelitas su propio rey?
7 Jesús les respondió:
—Sólo Dios decide cuándo llevar a cabo lo que piensa hacer. 8 Pero quiero que sepan que el Espíritu Santo vendrá sobre ustedes, y que recibirán poder para hablar de mí en Jerusalén, en todo el territorio de Judea y de Samaria, y también en los lugares más lejanos del mundo.

Jesús sube al cielo

9 Después de esto, los apóstoles vieron cómo Jesús era llevado al cielo, hasta que una nube lo cubrió y ya no volvieron a verlo. 10 Mientras tanto, dos hombres se aparecieron junto a los apóstoles. Estaban vestidos con ropas muy blancas, pero los apóstoles no los vieron porque estaban mirando al cielo. 11 Entonces aquellos dos les dijeron: «Hombres de Galilea, ¿qué hacen ahí, mirando al cielo? Acaban de ver que Jesús fue llevado al cielo, pero así como se ha ido, un día volverá.»

Medita

Jesús les pide a sus discípulos que se queden juntos y esperen en Jerusalén para recibir la promesa del Padre (4). Ellos habían oído hablar a Jesús de esta promesa, así que no era nada extraño para ellos. Pero se despertó una tremenda expectativa pues la hora de ser bautizados con el Espíritu Santo había llegado. Jesús dejaba su lugar al Consolador.
Al parecer los discípulos todavía pensaban que Jesús restauraría el reino político de Israel (6). El no corrigió este pensamiento pero les comunicó que nadie sabe cuándo serán realizados los planes de Dios y que en todo caso, lo más importante es que ellos recibirían poder cuando llegase el Espíritu Santo. ¿De qué nos serviría conocer al detalle toda la información de un plan a realizarse, si no contamos con los recursos necesarios para llevarlo a cabo? ¿De qué nos serviría conocer los tiempos del plan de Dios si no tenemos el poder de lo alto para involucrarnos y entrar en acción?
Jesús ascendió (9) y dejó el ministerio a sus discípulos, aún sabiendo que todavía no entendían claramente su propósito. A pesar de esto, podían estar seguros que el Espíritu Santo les enseñaría y guiaría a toda verdad, y les daría poder. Recién entonces iban a poder comprender los planes de Dios y disponer de sus recursos.
Dos hombres vestidos de blanco prometieron el regreso de Jesús, tal como le habían visto ir al cielo (11). No sabemos la hora, pero estamos más que seguros que él regresará. El es nuestra esperanza bienaventurada.

Aplica

¿De qué manera se manifiesta el poder del Espíritu Santo en tu vida? ¿Oras rogando al Señor por el poder de lo alto? ¿Esperas confiadamente el regreso de Jesús? ¿Usas los recursos de Dios para hacer su obra?

Ora

Ayúdame, Señor, a recibir tu poder a través del Espíritu Santo.
Encuentro con Dios
Unión Bíblica
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Fuente: http://www.xn--campaalealabiblia-jxb.com/?cat=8

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